El periodista asevera que Ibarra, el hoy defensor de López Obrador, quiso ser el propagandista de García Luna y también fue parte del equipo de comunicación social del Salinas de Gortari
Epigmenio Ibarra, productor y también videógrafo de López Obrador, es criticado fuertemente hoy por el periodista Raymundo Riva Palacio, quien lo acusa de tener una doble vida y doble moral, además de ser un timador.
“La doble moral ha acompañado al iracundo guerrero del régimen que, también, ha tenido una doble vida”, asevera hoy en su columna “Estrictamente Personal”, donde destapa la “historia oscura” de Ibarra.
El cofundador de la productora Argos es un defensor del proyecto político de Andrés Manuel López Obrador, de quien se ha convertido también en uno su propagandista.
Las críticas hechas por Riva Palacio se dan tras el altercado ocurrido este miércoles entre Ibarra y el periodista Ciro Gómez Leyva, durante la transmisión en vivo del noticiero matutino de este último.
Gómez Leyva increpó al productor tras los señalamientos expresados en su columna “Ni un ápice de autocrítica”, publicada en Milenio, donde Ibarra cuestiona a los críticos del expresidente y su postura frente al gobierno actual.
Sin embargo, Riva Palacio asevera que Ibarra ha tenido una etapa opaca en su vida por la que hoy tendría que pedir disculpas por su falta de congruencia.
“Comenzó una etapa de su vida por la cual tendría que disculparse con López Obrador y con tantos a quienes ha timado con su falsa congruencia y consistencia”, refiere en su artículo.
El articulista recuerda que Ibarra, el propagandista de la 4T, trabajó en los ochenta en la oficina de Comunicación Social de la Presidencia, durante el sexenio de Carlos Salinas, específicamente en el área de televisión y propaganda.
“Fue contratado para que registrara las actividades del presidente y realizara los envíos a las televisoras hispanas en Estados Unidos, que agradecieron a los operadores de Salinas el trabajo y esmero con el que Ibarra había colaborado con ellos”, relata.
EPIGMENIO IBARRA Y SU VÍNCULO
El vínculo de Epigmenio Ibarra con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) es otro de los episodios oscuros del productor. De acuerdo en el periodista, en 1994 Ibarra fue detenido por el ejército en la selva Lacandona, 40 días después del levantamiento armado, junto con junto con Javier Elorriaga.
A diferencia de Elorriaga, un periodista que presuntamente se unió al movimiento armado y a quien acusaron de rebelión y terrorismo, el productor no pisó la cárcel porque Carlos Payán, fundador y director de La Jornada, con quien cofundó Argos, intercedió por él ante el entonces presidente Ernesto Zedillo.
“Zedillo accedió (liberarlo), ordenando al Ejército que lo soltara, con la única condición de que quería verlo. Días después Ibarra fue a Los Pinos donde habló a solas con él”, señala en a columna.
De acuerdo con el relato de Riva Palacio, colaboradores de Zedillo dijeron que Ibarra negó ante el expresidente estar vinculado con el EZLN, pero él le mostró la documentación que sustentaba la acusación.
“Zedillo le dijo que no podría volver a tocar temas de política durante su sexenio porque lo encarcelarían. Cómo se lo planteó, no se sabe, pero los colaboradores del expresidente dijeron que Ibarra salió del despacho temblando, literalmente”, detalla.
APOLOGÍA DEL NARCOTRÁFICO
Riva Palacio también le recuerda a Epigmenio Ibarra que él ha hecho apología del narcotráfico.
Señala que tras el amago de Zedillo, Ibarra relanzó la productora Argos junto con sus socios Payán y Vera, con quienes produjo varias de las telenovelas más exitosas de la televisión mexicana, “introduciendo en 1996 a los hogares mexicanos e hispanos en Estados Unidos la temática de la narcopolítica”.
“Desde entonces y hasta ahora, su principal línea creativa ha sido la vinculación de los políticos con el crimen organizado y la apología del narcotráfico”, acusa.
QUISO SER EPIGMENIO PROPAGANDISTA DE GARCÍA LUNA: RIVA PALACIO
En el 2005, asegura Riva Palacio, Epigmenio Ibarra visitó al entonces director de la Agencia Federal de Investigación, Genaro García Luna, con el fin de convertirse en su propagandista.
El periodista afirma que le ofreció a García Luna una serie de televisión, que en realidad era “un proyecto de propaganda como durante años se hizo en Estados Unidos con el FBI y otras agencias policiales para ensalzar su imagen”.
Sin embargo, la serie nunca se concretó por los altos costos del productor.
Después “Payán lo llevó con López Obrador donde comenzó a fabricar la otra historia de su vida”.
Riva Palacio considera que Ibarra fue “un opositor químicamente puro”, pero sólo durante los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, porque antes fue “parte del equipo de propaganda de Salinas” y “ni siquiera pudo intentar ser crítico durante el de Zedillo”.
En cuanto a los señalamientos del productor, quien acusa a varios periodistas de falta de autocrítica, Riva Palacio le reprocha que “su memoria es corta”.
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