En la propuesta de egresos de la Federación para el próximo año, se contempla que la Defensa tenga un presupuesto de 151 mil 995 millones de pesos, lo que representa una disminución de 43.8 por ciento respecto a los 270 mil 465 millones de pesos aprobados para 2024.
Mientras que la Semar contempla la entrega de 65 mil 888. 7 millones de pesos para el próximo año, que es 12.1 por ciento menos a los 74 mil 994 millones de pesos autorizados para el año que transcurre.
Por su parte, la SSPC también sufrirá un recorte de recursos para el próximo año, ya que en el proyecto de presupuesto se prevé destinar 70 mil millones de pesos contra los 110 mil millones de pesos que se aprobaron para 2024.
No puedes dar todo el poder y luego cortarlo de un plumazo, como se está haciendo en estos momentos. Reducir el presupuesto hasta en un 50% a las fuerzas armadas, que han sido leales a las disposiciones “comunistas” de la administración que recién concluyó y de la que empieza, es ponerse una “soga al cuello”, sobre todo, ¿qué pasará con los 74 proyectos de obra pública propios y 367 de otras instituciones que manejaba la Defensa Nacional?
Por lo pronto, los proyectos que quedarán truncos serán:
Es realmente preocupante lo que se pretende con las fuerzas del orden, sobre todo en estos momentos en que México está sumido en una verdadera guerra de cárteles y células criminales, luego de lo permisivas que han sido las autoridades con estos grupos, pretendiendo tener “a los delincuentes y narcotraficantes” comiendo de su mano, para convertirlos en “cómplices políticos” ante los fines de “conversión política” que llevan a cabo en el país, peor aún cuando las necesidades sociales y económicas demandan mayor atención.
Pero me queda una duda, ¿las Fuerzas Armadas se quedarán como si nada pasara ante este recorte? Porque de protectores de la soberanía de nuestro país, de ser el sector más respetado por la población, los convirtieron en limpiadores, cuidadores, y hasta albañiles y constructores, manejando un presupuesto multimillonario, ahora que vuelven a ser sólo las Fuerzas Armadas, sin dinero para modernizarse, ¿se quedarán callados? Si es así, ¡que viva la lealtad!.
Pero como todos ya saben, no sólo las Fuerzas Armadas y Seguridad serán afectadas con el recorte presupuestal, sino también dos sectores más que, se supone, ¡deben ser prioritarios!, más allá de programas sociales y componendas, la salud y la educación deben ser considerados importantes y, aunque a estas administraciones “de la 4T” lo que menos les importa es “un pueblo educado, preparado, profesionalizado”, al final todo el dinero que se genera en México -y eso parecen no entenderlo- es ¡de los mexicanos!, hombres, mujeres, niños, ancianos, es para ellos, para su bienestar, su preparación, su salud y, dicho sea de paso, no es para mantener migrantes que llegan al país y se convierten en delincuentes y mucho menos es para “hacer préstamos de solidaridad” a países socialistas como Cuba o Venezuela, entonces, no tendrían las autoridades por qué afectar el presupuesto a Salud y Educación, pero así será; seguramente el Congreso aprobará todo “sin chistar” pues está conformado por añojos y no por legisladores representantes del pueblo.
Nada más imagínese que para Salud, proponen un presupuesto de 66 mil 693 millones de pesos (113 mil millones de pesos menos que en 2024), cuyo enfoque es garantizar la atención médica gratuita a los mexicanos sin seguridad social laboral. Este segmento recibirá una inversión significativa a través de diversos programas y entidades, destacando el fortalecimiento del IMSS-Bienestar y el acceso universal a medicamentos y tratamientos, pero, ¿será?, porque eso se viene pregonando desde hace seis años, y resulta que los hospitales públicos ¡no tienen ni para aspirinas!, que los pacientes ¡vulnerables!, como les llama este gobierno, tienen que salir corriendo a las calles a buscar medicamentos, accesorios médicos, hasta equipos quirúrgicos para que atiendan a sus familiares.
Dicen, de los recursos totales, 36 mil 846 millones de pesos estarán dirigidos a programas específicamente diseñados para personas sin seguridad social. ¡Súper, padrísimo! Pero le dan gran promoción al IMSS-Bienestar que, dicen, ¡dará un servicio de salud como en Dinamarca, sin embargo, querido lector, si nos vamos al IMSS como tal, donde a los trabajadores se les descuentan quincenalmente sus cuotas o a las empresas, para el caso es lo mismo y, cuidadito si no se paga el IMSS porque le caen toda clase de revisiones y acoso por parte de las autoridades, sobre todo laborales, pero el IMSS ¡carece de todo!.
No tienen tomógrafos y si los tienen, están descompuestos. La farmacia del IMSS, generalmente ¡está vacía!, no tienen los medicamentos más elementales para dar a los ¡derechohabientes!, o sea que, por lo que pagan, tienen derecho, pero no se los dan porque nunca hay nada, lo que obliga a enfermos o familiares de los enfermos a ir a surtir sus recetas en farmacias tradicionales donde el medicamento más barato supera los 400 o 500 pesos. Es más, hay medicamentos que superan ¡los seis mil pesos, una cajita de gasas especiales para gente quemada! El IMSS no tiene esos medicamentos ¡ni los tendrá!.
Entonces, ¿qué debe esperar la población “vulnerable” del IMSS-Bienestar? ¿Más de lo mismo? Porque, si es así, una vez más “le mintieron al pueblo”. Presumen que con 25 mil 599 millones de pesos se dará atención gratuita de salud y medicamentos, garantizando el acceso universal a servicios médicos básicos y tratamientos esenciales.
Que para fortalecer la atención médica se asignarían 921 millones de pesos para mejorar infraestructura y equipos en centros de salud que atienden a población vulnerable, pero estarán de acuerdo en que pasaron seis años y el sector salud ¡no tuvo cambios!, bueno, sí, empeoró de manera considerable.
Antes, por lo menos la gente “vulnerable”, como tanto la llaman, tenía el Seguro Popular que fue creado en una administración y puesto en marcha en la misma, no le dieron tantas vueltas y, consta, el Seguro Popular ¡salvó muchas vidas! Lo que no ha hecho el sector salud actual, al contrario, demostraron su incapacidad durante la pandemia de Covid-19, donde murieron, supuestamente, casi 350 mil pacientes (dato que dista de la realidad).
Y es que, hasta junio de 2023, se tenían 7’633,355 pacientes confirmados; 11’638,267 personas; 3,558 activos y 334,336 defunciones, dato que, insisto, dista de la realidad, pues si nada más había 7’633,355 pacientes confirmados, que hayan muerto 334 mil es una burla. Además, en ese entonces, los investigadores destacaron que las muertes en exceso no se debieron a las condiciones de salud de la población o del sistema de salubridad, sino a las políticas implementadas para atender la emergencia. O sea, negligencia del gobierno federal y, hoy, ¿pretenden que todo estará bien y que, a pesar de la reducción del presupuesto, habrá salud de calidad para los mexicanos? Y si nos vamos al sector educativo, vemos que la baja equivaldrá a 3.2 por ciento del PIB, la menor inversión desde 2013. Y es que, para la Secretaría de Educación Pública (SEP), se tendría un recorte de 1.5 por ciento, lo que se concentra en patrimonio y actividades culturales. Según los especialistas, el gasto por nivel educativo, por estudiante, los principales recortes, se destinan a educación superior y posgrado, mientras que para educación básica se mantienen alrededor del mismo nivel, pero se propone un aumento de más de 50 por ciento para las becas Rita Cetina, otro programa social dedicado al “sometimiento de la población” en México.
Becas para estudiantes, cuando al Sistema Educativo lo convirtieron en mediocre, a través del cual se pueda manipular, a edad temprana, a los niños y jóvenes para que caigan en la trampa del comunismo. ¿Dónde están los beneficios?, seguramente se preguntan también ustedes, queridos lectores…
FUENTE: UNOMASUNO
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